Ingredientes
Para la masa:
1 cucharadita de azúcar
250 ml de agua tibia
25 gr de levadura fresca
400 g de harina de fuerza blanca
1 cucharadita de sal
Aceite de oliva
Para el ‘relleno’:
2 cucharas de mantequilla más o menos
1 ajo tierno
1 ajo normal
Perejil picado
Orégano (para decorar y aromatizar)
* Tanto la levadura fresca como la harina de fuerza la conseguí en Mercadona.
Elaboración
Lo primero que tenemos que hacer es poner 150 ml de agua tibia con la levadura, y batirla hasta que se deshaga. Dejamos que repose unos 15 minutos, mientras ponemos en un cuenco la harina y la sal, con un hueco en el medio. Cuando pasen los 15 minutos le vamos a añadir el agua con levadura a la harina, e iremos mezclando con una cuchara de madera, también le añadimos el resto de agua,100 ml. Si vemos que está demasiado floja habrá que ponerle más harina, y viceversa.
Amasaremos esta masa con las manos durante unos 10 minutos, en una superficie limpia y con algo de harina. Cuando consigamos una consistencia elástica, pondremos nuestra masa en un cuenco y le echaremos un chorrito de aceite y lo cubriremos con film, por un par de horas.
Cuando pasen las dos horas habrá doblado su tamaño, lo sacamos del cuenco y lo volvemos a amasar. Tras el amasado lo metemos en el recipiente donde lo vayamos a cocinar y lo dejamos reposar una media hora antes de meterlo al horno.
Con el horno a 200º cocinaremos nuestro pan durante 35 minutos. Mientras tanto prepararemos nuestro ‘relleno’ para convertirlo en pan de ajo. En un cuenco vamos a mezclar la mantequilla, el ajito tierno, el ajo normal y el perejil, todo bien picadito. Cuando saquemos el pan del horno le haremos unos cortes que no lleguen a cortar totalmente el pan… y ahí meteremos nuestra mezcla, con ayuda de una lengua de silicona o una espátula.
Se termina echándole un chorreón de aceite de oliva y poniendo un poco de orégano por encima.
Queda verdaderamente delicioso, animaos a hacerlo, merece la pena.